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Efectos

Los efectos más identificables de las anfetaminas son los derivados de las catecolaminas, como resultado de la estimulación de los receptores alfa y beta-adrenérgicos.

El aumento de la norepinefrina en el locus ceruleus cerebral interviene en los efectos anorexígenos y de alerta, así como algunos de los efectos estimulantes del aparato locomotor.

El aumento de la dopamina central (particularmente en el neoestriado a nivel cerebral) interviene en la conducta estereotípica y algunas de las otras actividades locomotoras.

La actividad de la dopamina en el neoestriado parece estar relacionada con la liberación de glutamato y la inhibición de las neuronas eferentes gabaérgicas. La estimulación del sistema glutamaérgico contribuye de manera significativa a la conducta estereotípica, actividades locomotoras y a la neurotoxicidad de las anfetaminas.

Los efectos de la serotonina y de la dopamina en el sistema mesolímbico alteran la percepción y causan la conducta psicótica.

La sustitución en las diferentes posiciones de la molécula de feniletilamina tiene algunos efectos clínicos generales de las anfetaminas basados en los estudios de discriminación de los animales y observaciones en humanos.

Los compuestos con sustitución metílica en el carbono alfa, tales como la anfetamina y la metanfetamina, poseen propiedades fuertes estimulantes, cardiovasculares y anorexígenas. La sustitución amplia del grupo en el carbono alfa reduce los efectos estimulantes y cardiovasculares, pero retienen las propiedades anorexígenas. La sustitución a nivel del anillo fenilo potencia los efectos alucinógenos de las anfetaminas. Estas consideraciones son variables sobre todo cuando se toman dosis altas.

El espectro de actividades de las anfetaminas varía entre los efectos potentes cardiovasculares de la anfetamina y metanfetamina y los efectos alucinógenos potentes del DOB.