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Alcohol y bebidas alcohólicas

El alcohol es un líquido incoloro, de olor característico, soluble tanto en agua como en grasas; se caracteriza por ser una sustancia psicoactiva, depresora del sistema nervioso central, y con capacidad de causar dependencia.

Se calcula que 1 gramo de alcohol aporta al organismo 7,1 Kcal.; este aporte energético no se acompaña de un aporte nutritivo como minerales, proteínas o vitaminas.

El alcohol se ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos y en nuestro país su consumo forma parte de nuestros usos y costumbres: es nuestra droga cultural por excelencia, hasta el punto de que el hecho de beber es considerado normal ya que tres cuartas partes de la población española beben de manera esporádica o habitual. Sin embargo, actualmente se está tomando conciencia de que el alcohol es una droga más y de que su consumo no es en absoluto inocuo.

De hecho, el consumo de alcohol es uno de los principales factores que se relacionan con la salud de los individuos y de las poblaciones, ya que las consecuencias de su consumo abusivo tienen un gran impacto en términos de salud y en términos sociales.

Bebidas alcohólicas

Se entiende por bebida alcohólica aquella bebida en cuya composición está presente el etanol en forma natural o adquirida, y cuya concentración sea igual o superior al 1 por ciento de su volumen y que tiene diferente concentración dependiendo de su proceso de elaboración.

Existen dos tipos de bebidas alcohólicas: las fermentadas y las destiladas.

Las bebidas fermentadas son las procedentes de frutas o de cereales que, por acción de ciertas sustancias microscópicas (levaduras), el azúcar que contienen se convierte en alcohol.

Las bebidas fermentadas más comunes son el vino, la cerveza y la sidra.

  • El vino es el producto resultante de la fermentación de las uvas frescas o del mosto. Su contenido alcohólico suele oscilar entre los 10 y los 13 grados.
  • La cerveza se obtiene a partir de la malta cervecera, procedente de la transformación de la cebada y otros cereales. Para conseguir el sabor amargo se le añade lúpulo. Su contenido de alcohol suele oscilar entre los 4-6 grados.
  • La sidra, procede de las manzanas trituradas y fermentadas. Su contenido en alcohol suele alcanzar los 5 grados.

Las bebidas destiladas se consiguen eliminando mediante calor, a través de la destilación, una parte del agua contenida en las bebidas fermentadas.

El principio básico de esta acción reside en que el alcohol se evapora a 78 grados y el agua a 100 grados, por consiguiente tienen más alcohol que las bebidas fermentadas, alcanzando los 30-50 grados.

Entre las bebidas destiladas más conocidas se encuentran:

  • El coñac o brandy, que deriva de destilados del vino criados en vasijas de roble.
  • La ginebra, que resulta de la destilación de macerados de bayas de enebro y otros cereales.
  • El whisky, que se origina de mezcla de cereales (cebada, maíz, centeno).
  • El ron, que se obtiene de la destilación de la melaza fermentada de la caña de azúcar o de remolacha.
  • El vodka, que se obtiene de varios cereales, generalmente centeno y también de la patata.

Fuente imagen: Observatorio Riojano: http://bit.ly/1l8UZnO